Primero debemos conocer a quién vamos a dirigir la estrategia como base para crear una dinámica de juego diferenciada. Necesitamos analizar el perfil del usuario que nos interesa y clasificarlo.
Una vez tenemos nuestro target definido, nos centraremos en definir la propuesta de valor para este perfil de cliente. La estrategia tendrá que adaptarse a cada perfil.